Desde pequeña tuve claro que mi futuro laboral tenía que estar relacionado con las personas. A día de hoy estoy muy orgullosa de poder decir que sigo formándome día a día en un campo tan bonito como la psicología. 

Mi carrera profesional empezó en un centro residencial para personas en situación de exclusión social, dónde conocí realidades muy complejas. Más adelante pude estar en contacto, más en profundidad, con la realidad de las personas con drogodependencia y con enfermedad mental grave. Mi trayectoria profesional me ha permitido tener a día de hoy una perspectiva integral de la persona, entendiendo que cada uno de nosotros está formado por muchas piezas pequeñas y diferentes que forman un engranaje complejo.